Bueno, cambio radical a bordo. Al más puro estilo Dr. Strangelove aplico un “How I learned to stop worrying and love the cloud”.
Dejo todos mis cacharreos con el motor de blog de turno, el servidor web, el desarrollo python hecho en casa y demás zarandajas atrás para poder concentrarme en programar y, mediante ello, crear contenidos. Esto es, paso la gestión del dominio a Google Apps y el blog a Blogger. Concentro todo en una nube, pero vaya nube.
El cambio se debe a que siento que el tiempo de pelearme con el mantenimiento de servidores ha acabado, se lo dejo a otro. Me resulta cansino el buscar la forma de optimizar el motor de base de datos, prefiero optimizar consultas SQL. Y para cosas tan triviales como un blog, ni eso.
Esto no significa que deje de cacharrear con Linux, todo lo contrario. Pienso que Linux está más que establecido como plataforma de referencia para servicios en Internet actualmente. (¿Pregunto qué sistema operativo está sirviendo está página en este momento o me lo ahorro? Por cierto, no os perdais el dato “last reboot”). Pues eso, que me quedo con Linux para cacharrear, montar servidores multimedia en casa o un ordenador para que los niños vean películas en la furgoneta y todo aquello que es medianamente creativo.
Aparte, quiero ver como funciona esto de vivir en la nube que está tan en boga últimamente. Por lo que ya iré contando.